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sábado, 1 de septiembre de 2012

EL PRIMER GRITO


EL PRIMER GRITO DE REBELDÍA
Le premier cri
Cuenta el Talmud que, mientras permanece en útero materno, un niño posee todo el saber acumulado en sus vidas anteriores. Por eso antes del nacimiento aparece un ángel que sella el labio del afortunado con un dedo, conminándolo así a mantener ese saber en secreto.

 EL ÁNGEL QUE SELLA NUESTROS LABIOS
La intervención angelical deja una huella en el rostro del bebé: la pequeña hendidura entre el labio superior y la base de la nariz. En ese preciso instante, el niño ingresa a la vida olvidándolo todo… y grita por primera vez. 
DESPUÉS DEL PRIMER GRITO 
“El primer grito”, es una maravillosa película que habla sobre el nacimiento de los seres humanos, y lo que compartiremos y lo que nos diferencia en ese crucial momento de la existencia. Nos muestra como paren las mujeres y como se recibe a los bebé en diferentes culturas de todo el mundo.

La leyenda talmúdica cierra Le premier cri, documental francés que Gilles de Maistre estrenó, y que cubre la crónica de diez partos registrados en Francia, Estados Unidos, México, Brasil, Nigeria, Tanzania, Japón, Vietnam, India y Siberia el 29 de marzo de 2006, día de eclipse solar.

El largometraje vale por su calidad cinematográfica, por su interés antropológico, por su fuerza testimonial y por su capacidad para darle al nacimiento un significado poético pero no cursi, estético pero no publicitario, universal pero no unidimensional.

No es que ensalce los partos en mitad de la selva, pero si nos emociona y nos enseña que el nacimiento respetado se funde con la Naturaleza y sus tiempos, sus pausas, las emociones. Contrasta la violencia de los nacimientos en la gigantesca maternidad de Hanoi o en hospital parisino con la intimidad de la que disfrutan las madres de la Amazonía o en una cabaña norteamericana.

Y nos hace sentir que los niños no son productos que sacar en una fábrica a la que se lleva a las parturientas, sino seres que esperan un espacio casi sagrado y amoroso que les abrace en el mundo al nacer.
Que conste: en ningún momento de Maistre pretende retomar el ideal de “buen salvaje” que imaginó Jean-Jacques Rousseau. Pero sí se permite cuestionar los fundamentos de un sistema que “confunde a las madres con máquinas y a los bebés con productos”, según señala un viejo neonatólogo japonés.

Un segundo contraste se establece entre las condiciones de parto en el Primer Mundo (o para una pareja con poder adquisitivo, como sucede en el caso mexicano) y en el Tercer Mundo (o para una pareja perteneciente al estrato social más bajo, como sucede en el caso indio). Por supuesto, las conclusiones que podamos sacar de esas imágenes exceden la cuestión cinematográfica e incluso el homenaje al primer llanto del recién nacido.

Le premier cri es un film conmovedor, por momentos duro, pero siempre bello. La excelente fotografía, una banda sonora deliciosa donde se destaca la canción “A new born child” interpretada por Sinéad O’Connor y un guión que logra amalgamar diez historias diferentes son los tres ejes de esta crónica sobre una primera vez que todos protagonizamos.


Fraternalmente
Luis Romero Yahuachi