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jueves, 10 de enero de 2013

FRAY ROMANO ZAGO





El fraile brasileño romano Zago sigue dando que hablar en los distintos foros del internet con una fórmula basada en la miel de abejas y el aloe vera (sábila), pues estaría curando algunos tipos de cánceres.

“Yo curo el cáncer, tú puedes curar el cáncer y cualquier persona que lo quiera lo puede curar sin hacer milagros, simplemente aplicando los elementos que produce la naturaleza. La naturaleza tiene remedios para curar las enfermedades. Basta descubrirlos”, dijo Romano Zago.

Desde hace seis años Fray Romano Zago está usando esta receta, gratuita, con óptimos resultados. Dice haber curado a varias decenas de personas en belén y sus alrededores, indicando también que no solo cura el cáncer, sino también lo previene. Según manifiesta, cura el cáncer de la piel, del cerebro, del pulmón, de la próstata, la leucemia y otros más.

¿QUIÉN ES EL PADRE ROMANO ZAGO?

Romano Zago, de ascendencia italiana, nace el 11 de abril del 1932 en Brasil, en el actual municipio de Progreso. Con sólo once años entra en el seminario Seráfico “San Francisco” de Taquari donde termina sus estudios. Se hace novicio en el 1952. Estudia Filosofía en Daltro Filho y Teología en Divinípolis, en el Mato Grosso. Se ordena como sacerdote en la Orden de los Frailes Menores y muy pronto recibe el nombramiento como profesor en el seminario de Taquari donde había iniciado sus estudios. En el 1971 consigue también el título de licenciado en Letras y enseña Francés, Español, Portugués y Latín en diversos centros pertenecientes a su Orden. En 1991 es enviado a Israel, donde continúa su labor de enseñanza a los jóvenes.
Actualmente vive y trabaja en Brasil, a donde regresó al término de su misión en Tierra Santa.

UNA BEBIDA “EXTRAORDINARIA”

Es en Israel donde el Padre Romano realiza su descubrimiento. El Aloe vera, o Sábila, muy abundante en la región, es la “materia prima” en la que concentra su atención en los momentos de ocio. “Ya conocía la planta – declarará después el religioso – En Brasil, mi madre nos la daba siempre como lenitivo, cuando de niños nos heríamos mientras jugábamos o para tantos otros pequeños percances relacionados con daños físicos. Pero entonces no creía que una planta tan menuda y difundida pudiese tener un poder curativo tan grande”.

Mezclando el jugo que se obtiene al batir las hojas de la planta con simple miel de abejas y aguardiente, se consigue un compuesto con unas propiedades curativas extraordinarias. Sus primeros “pacientes”, a quienes el Padre Romano da algunas dosis de la solución, son sus conciudadanos cristianos, hebreos, y musulmanes, indistintamente.

La investigación del Padre Romano Zago se publica en la conocida revista “Tierra Santa” y en otras importantes publicaciones especializadas. Así comienza la notoriedad para el monje franciscano y su elixir de larga vida. A su regreso a Brasil en 1995, el Padre Romano Zago divulga ulteriormente su fórmula, y empieza a dedicarse de forma continua a sus experimentaciones y al cuidado de los enfermos más graves y desesperados. Convencido por las numerosas curaciones asombrosas, recoge su experiencia en el libro “O cancer tem cura” (“Di cancro si può guarire” – “Es posible sanar del cáncer”) edición italiana Adle ediziones, Padua), en el cual el Padre Romano expone con sencillez y claridad la práctica de la cura de la “enfermedad del siglo” a través de su bebida extraída del Aloe. “Si algunos se han curado valiéndose de este método simple y económico, ¿por qué no darles la misma oportunidad a más personas? Este es mi único objetivo”, explica en su libro el Padre Romano Zago.

En el volumen, entre otros capítulos dedicados a explicar la fuerza del preparado, respondiendo también con precisión a algunas de las preguntas más comunes que pueden surgir frente a las posibilidades revolucionarias del producto, destaca el capítulo “Internacionalización de la fórmula”. En él se explica que la bebida a base de Aloe ha recibido poco a poco gran acogida en muchos países, adquiriendo dignidad de tratamiento completo contra graves enfermedades, y se recogen numerosísimos testimonios de personas completamente curadas gracias a la ingestión de este líquido.

En 1998, el Padre Romano Zago autorizó a una industria brasileña a producir en su nombre el compuesto a base de Aloe. Y fue entonces cuando comenzó la historia del “Aloe vera del Padre Romano Zago” , bebida elaborada conforme a la fórmula original, y comercializada en muchos países.

En él mismo año se creó la Fundación “Fray Romano Zago”, que además de ocuparse en tareas humanitarias de ayuda a personas con dificultades y de solidaridad en general, realiza una intensa actividad de difusión e investigación de las ventajas y de las propiedades curativas de los productos naturales, entre lo que el Aloe ocupa, obviamente, un lugar de primer plano.

CÓMO DESCUBRE LA FÓRMULA

“Honestamente no pretendo ser considerado como el creador o el inventor del método, ni mucho menos presentarme como el pionero, o sea, como el primero que ha aplicado esta fórmula con éxito. Eso no se correspondería con la realidad. Otros, mucho antes que yo, deberían atribuirse legítimamente ese derecho”. (“Di cancro si può guarire” – “Es posible sanar del cáncer” ediciones Adle, Padua, pag. 5).

Con estas palabras, el Padre Romano Zago quiere resaltar el hecho de haber sido el principal difusor, aunque no el inventor de la fórmula. En realidad, él la ha recogido de la sabiduría popular, de la gente de las chabolas con quien él trabajaba y de las enseñanzas de otros padres franciscanos, como el padre Arno Reckzigel, que fue Padre provincial durante su estancia en Rio Grande do Sul.

El mérito del Padre Romano Zago, este humilde pero incansable fraile franciscano, es el de haber perseguido, con gran determinación y constancia, la divulgación de la solución a base de aloe, que él perfeccionó, primero a través de la suministración directa a la infinidad de personas que acudían a él en busca de obtener al menos una esperanza de curación en el momento difícil de la “enfermedad del siglo”, para ellas mismas o para sus familiares; y posteriormente con diversas publicaciones que han dado notoriedad a la fórmula del Aloe vera del Padre Romano Zago incluso en Occidente, entre las cuales “O cancer tem cura”, el libro editado en Italia por Ediciones Adle de Padua con el título “Di cancro si può guarire” (“Es posible sanar del cáncer”) .

LA JUSTIFICACIÓN DE LOS INGREDIENTES

El éxito especial de la fórmula se debe a sus tres ingredientes: principalmente, el aloe, además de la miel y el aguardiente. ¿Por qué se han elegido la miel y el aguardiente (o coñac, o brandy) para acompañar las propiedades del aloe? “La explicación es simple” dirá el propio Padre Romano. Y efectivamente es así. La miel, siempre que se trate de miel de abeja, natural y no (demasiado) tratada, tiene la propiedad de transportar, de conducir, las sustancias curativas contenidas en el jugo del aloe hasta los receptores más remotos de nuestro organismo, consintiéndole ejercitar su acción benéfica.

Por su parte, el aguardiente efectúa una acción de vasodilatación, es decir, ensancha los vasos sanguíneos facilitando la depuración general del organismo. La sangre puede así purificarse, eliminando las sustancias patógenas. Por lo demás, el organismo humano no podría absorber íntegramente el líquido viscoso y rico de propiedades, la aloína – que mana de la planta de aloe cuando se le practica una incisión – sin disolverlo en un destilado.

PROPIEDADES DE LA MIEL

Acerca de las propiedades de la miel de abeja para curar el cáncer, un equipo de la universidad de zagreb de croacia, liderado por la doctora nada orsolic, en pruebas hechas en ratones, encontró que la miel de abejas y una gama de productos de las abejas detenían el crecimiento y la propagación de tumores cancerosos.

Esta investigación está orientada a encontrar los potenciales beneficios de la miel de abejas, el propóleo (sustancia que bota la abeja para conservar en óptimas condiciones la asepsia el panal), la jalea real (producida por la glándula hipofaringeal de la cabeza de la abeja obrera y que se utiliza como alimento de las jóvenes larvas), así como el veneno de las abejas.

Este equipo de investigación concluyó que los productos de las abejas podrían ser una herramienta útil en el control del crecimiento tumoral y la prevención de la metástasis. Sobre el particular, otra estudiosa, la dra. Emma croager, en su calidad de oficial de información e investigación sobre cáncer, señaló: “no hay duda que la miel tiene propiedades beneficiosas para todos. Sin embargo, se trata solo de un estudio preliminar”.

Cv rao de la american health foundation en valhalla, new york, encontró que el ácido cafeico de los propóleos son inhibidores del cáncer de colon en los animales. Otros estudios muestran que productos de la colmena (de las abejas) tienen la capacidad de prevenir y detener la propagación de enfermedades.

Los doctores del christie hospital de manchester, en didsbury, están importando miel de abejas de manuka, nueva zelanda, para tratar el cáncer de garganta después de cirugía, en la esperanza de que la miel de abejas reduzca la inflamación y prevenga la resistencia a los estafilococos aureus (dorados) a la meticilina.

PROPIEDADES DEL ALOE VERA

Por otro lado, también encontramos quienes hablan de las propiedades del aloe vera. Efectivamente, hay quienes manifiestan que existe suficiente información experimental que lleva a probar que el aloe vera debidamente preparado tiene potentes propiedades curativas tanto para los seres humanos como para los animales.

Las propiedades curativas de esta planta han sido registradas durante miles de años por muchas civilizaciones antiguas, como egipto, persia, grecia, india y africa. Hay suficientes registros históricos que llevan a determinar que el aloe vera (o sábila) se habría originado en africa, pero gracias a las migraciones humanas fue llevado a otras partes.

Mcdaniel (md), patólogo del dallas-fort worth medical center, considera que el uso del aloe vera será el paso adelante más importante que dará la humanidad para el tratamiento de las enfermedades. Señala que la ingestión de esta planta hace que la gente se sienta mejor, pero científicamente esta sensación no es suficiente, porque podría ser el resultado de la capacidad del aloe para desintoxicar el cuerpo.

En 1985, jeffry bland, ph d del linus pauling institute, emitió el informe “efecto del consumo oral del jugo del aloe vera en la función gastrointestinal normal de los seres humanos”. El dr. Bland estudió durante semanas los efectos del consumo del aloe vera en la orina, heces y la gravedad y motilidad intestinal, indicando la baja en conversión bacteriana intestinal como posible mejora de la digestión y absorción de proteínas, así como la reducción de la putrefacción intestinal. Este cambio por sí solo podría prevenir el cáncer de colon.

Lo particular de este estudio es que se utilizó la planta completa, es decir, las hojas sin pelar.

La investigación científica ha demostrado que la hoja exterior y la corteza (hay que recordar que el sacerdote romano precisamente utiliza toda la planta) contienen 200% de los ingredientes terapéuticos activos. Igualmente señalan que no son recomendables los productos procesados porque el aloe vera podría perder muchas de sus propiedades, al igual que estos productos contienen muy poco porcentaje del aloe vera.

Se ha determinado que una cadena de azúcares mucopolisacáridos se encuentran en grandes cantidades en esta planta. En los últimos años se ha comenzado a reconocer el importante papel que cumplen los mucopolisacáridos (mps) en la salud humana y animal.

Carrington laboratories inc, bajo la marca acemannan, los ha logrado aislar. Estos azúcares funcionan mediante una interacción con el sistema inmunológico como un potente acelerador de la actividad de los macrófagos. En animales este polisacárido ha demostrado que aumenta la producción del factor alfa de la necrosis tumoral y de la interleuquina-l en los macrófagos. En 1994 la usda ha dado su autorización para la comercialización de este producto (acemannan) en el tratamiento de la fibrosarcoma en caninos y felinos.

PREPARACIÓN Y SUMINISTRACIÓN.
INGREDIENTES:
Medio kilo de miel de abeja pura (o un litro)  (miel biológica de acacia)

40-50 ml (unas 3 cucharadas) de destilado (aguardiente, coñac, whisky, tequila, pisco, etc.).

350/400 gramos de hojas de Áloe vera (2 hojas de sábila grande o 3 medianas) (Áloe Arborescens)



¿CÓMO SE PREPARA?
La respuesta nos la da el propio Padre Zago: “Se eliminan las espinas de los bordes de las hojas y el polvo depositado en ellas, utilizando un trapo seco o una esponja. Después se cortan a trozos las hojas (sin quitar la corteza) y se meten en la batidora junto a la miel y al destilado elegido. Se bate bien y el preparado está listo para su consumo. No hay que filtrarlo, ni cocerlo, sino sólo conservarlo con cuidado en el frigorífico dentro de un envase oscuro, bien cerrado”.

Las dosis que aconseja el Padre prevén la ingestión de una cucharada sopera media hora antes de cada una de las tres comidas principales. Se debe agitar bien el producto antes del uso. Una vez terminado el primer frasco, se recomienda someterse a una visita médica para comprobar el estado de la enfermedad. Según sea el parecer del facultativo, después de una pausa de varios días, se puede repetir el ciclo del tratamiento, hasta la eliminación del mal.

Debe utilizarse una planta madura de aloe, es decir de al menos cuatro años, y es importante que la miel sea también de óptima cualidad y sobre todo natural, precisamente a causa de su carácter de “portadora” de las sustancias benéficas contenidas en el aloe.

Por lo que se refiere a las reacciones que la suministración del aloe puede causar, el Padre Romano Zago advierte que no deben asustarnos. En efecto, suponen la expulsión, la liberación completa de las sustancias impuras por parte de nuestro organismo, y sobre todo, cuando se producen, tienen una duración limitada, de uno a tres días como máximo.

Por tanto, la persona que toma la bebida a base de aloe puede experimentar erupciones cutáneas, o diarrea o en los casos más acentuados, conatos de vómito: pero, según el Padre Romano, ello indica que se va por el buen camino, y que los esfuerzos realizados comienzan a dar sus frutos. Todos pueden emplear este preparado, aunque se desaconseja su uso a las embarazadas, por su particular condición.

NOTA IMPORTANTE

La cura del Fray Romano Zago podría tener sustento científico; sin embargo, con la prudencia que debe tenerse en todos estos temas de índole médico debemos siempre tener en cuenta que cualquier medicamento o tratamiento natural debe ir acompañado del tratamiento médico tradicional (Farmacológico) correspondiente, por ningún motivo debemos reemplazar la medicina tradicional por los medicamentos caseros, en tanto no se hayan hecho los estudios científicos que avalen tal reemplazo.

Mucho agradecería a quienes prueban esta alternativa se sirvan hacernos llegar sus comentarios, pues podría servir su experiencia en beneficio de muchos.


FRATERNALMENTE
LUIS ROMERO YAHUACHI
MÉDICO SALUBRISTA
CMP: 17656