“Detrás
de una persona difícil hay una historia difícil“. En todos los ámbitos existen
personas difíciles y el reto no es evitarlas, sino sobrellevarlos e inclusive
fomentar la armonía a pesar de su presencia. El arte de tratar con gente
difícil es fundamental en tiempos actuales y las técnicas y procedimientos que
comparte ésta conferencia ayudarán enormemente a continuar con nuestra vida de
la mejor manera posible. “Nadie puede hacerte la vida imposible, a menos de que
tu lo quieras”.
Jamás he conocido un ser
humano totalmente racional.
Nuestra habilidad para
almacenar y procesar información, se encuentra muy lejos de proveernos
racionalidad completa.
Sin embargo, parece ser que
nuestras emociones son la salida a dicha imperfección.
El libro Inteligencia
Emocional, describe las características de personas a las cuales se les ha
diagnosticado alexitímia, una enfermedad mediante la cual es imposible percibir
y comunicar emociones de cualquier tipo.
Uno creería que dichas
personas podrían llegar a ser super-racionales, sin embargo no lo son. De
hecho, se consideran anti-sociales. No cuentan con un contexto emocional bajo
el cual puedan decidir lo que es importante para ellos, así que ganar un dólar,
es igual que ganar un millón de dólares para ellos.
Dicho tipo de personas
podría pasar horas en actividades que otros considerarían triviales, como
decidir una fecha para una cita odontológica. Nuestras emociones son un atajo
lógico, sentimos la distancia entre lo “relevante” y lo “irrelevante”.
CON
RESPETO A TRATAR CON GENTE DIFÍCIL (IRRACIONAL)…
Nunca estamos libres de
conocer a este tipo de personas, sin importar nuestro entorno, si somos
empleados, empresarios, emprendedores, negociantes, estudiantes… niños, jóvenes
o ancianos.
Personas difíciles hay en
todas partes, incluso en los negocios, desde proveedores hasta clientes… etc.
Sin embargo existen
básicamente dos maneras de tratar con este tipo de personas:
1) Existe una historia
acerca de Buda, donde un hombre extremadamente soez, llegó a insultarlo. Buda
sin embargo, se sentó tranquilamente a escucharlo. No pronunció palabra,
sonreía y lo observaba mientras desataba su ira verbalmente.
Finalmente, y habiendo
terminado, este hombre le preguntó al Buda como fue que pudo estar tan
tranquilo, calmado y pretender que no le importaba después de todo lo que le
había dicho, pues estaba perplejo de tal reacción. A lo que el Buda respondió
con una pregunta:
Cuando alguien te ofrece un
regalo, y no lo aceptas… ¿A Quién Le Pertenece?
Al que lo ofrece, por
supuesto -respondió.
Entonces, declino tu oferta,
y todas tus palabras, no han dejado de ser tuyas -dijo Buda.
No tenemos porqué aceptar lo
que se nos dice, y pensar que es cierto, sólo porque nos lo dicen. Igualmente
podríamos tratar mal a alguien sin razón, y hablar mal de las personas sin
saber. No tenemos una manera de saber realmente si es cierto o no, por lo que
en caso de que no queramos, simplemente podemos declinar lo que se nos ofrece.
Mentalmente, puedes dejar
que las personas conserven ese “regalo” que te pensaban dar, y con ello, su ira
y negativismo no te afectará. Por supuesto, esto requiere de mucha práctica,
pero existen técnicas mentales que pueden ayudar.
Normalmente suelo visualizar
la ira como una especie de energía que llega a mí, pero no logra entrar, y por
el contrario mentalmente rebota. Esto es un mensaje a mi mente inconsciente,
que le indica que la ira le pertenece por completo a la otra persona.
Esto hace que no me afecte
en absoluto lo que la otra persona me dice o hace desde el punto de vista
emocional. Y de hecho funciona!. Normalmente no se pierde la tranquilidad a
menos que sea premeditado, considerando que las demás personas no nos podrán afectar
seriamente, partiendo del hecho de que no lograrán transmitir su mala energía.
En ocasiones es mucho mejor
responder a la ira de otras personas con silencio, pero mentalmente sin aceptar
sus sentimientos negativos. Mentalmente también sé, que es muy probable que
dichas personas sufran una gran carencia de amor y felicidad en sus vidas, por
lo que actúan de la manera que lo hacen, y eso me pone en un lugar mucho más
deseable, como para dejarme contagiar.
2) Ahora que sabes como
dominar tus emociones, es tiempo de tratar con las prácticas de esta Gente
Difícil. A veces es suficiente con el autocontrol, pero en ocasiones no es
suficiente con manejar tus propias emociones, puede llegar a ser necesario
tomar control de la situación y dirigirla de manera beneficiosa.
En este caso, es
imprescindible usar el razonamiento y el sentido común para decidir que hacer,
dependiendo la situación específica. Es como jugar una partida de Ajedrez —Si
realizo este movimiento ¿Cómo reaccionará la persona? Incluso personas
irracionales y difíciles tienen patrones de comportamiento predecibles hasta
cierto grado, de tal forma que si las conoces un poco, sabrás como reaccionarán
ante lo que hagas.
El comportamiento humano se
basa en intereses, sin embargo, puede ser un poco difícil conocer de antemano
las intenciones de la otra persona. Puedes usar lo que esté a tu alcance para
anticiparte a sus respuestas y conocer posibles acciones que podrías tomar. La
información con la que cuentes podría ser imperfecta, pero algo es mejor que
nada, y al menos lo estás intentando, Haz Tu Mayor Esfuerzo.
PIÉNSALO
COMO UN EJERCICIO DE GESTIÓN DEL RIESGO
Algunas
acciones que puedes tomar son:
1. Deshazte de la persona por completo:
Esto puede ser un poco extremo, pero en ocasiones es la mejor opción. Si la
persona no vale la pena, y es una mala influencia para ti, es mejor alejarse.
Si en tu trabajo tu jefe o compañeros son terribles, vete! Aleja tus malas
influencias y verás como poco a poco tu vida mejorará significativamente.
2. Confronta a la persona directamente:
Háblale claramente de como no puedes soportar su comportamiento y de como te
está afectando. Muéstrale tu punto de vista asertivamente. Esta personalmente
es mi estrategia favorita, aunque la gente puede sentirse incómoda cuando le
dicen la verdad en la cara. La ventaja de esta aproximación, es que dejas de
jugar y te das cuenta de que tanto tienes que ver con la otra persona, y
empiezas a ser sincero tanto con la otra persona, como contigo mismo. Esta
sería una buena estrategia en el lugar de trabajo, simplemente pondría las
cartas sobre la mesa con la otra persona, le explicaría porque algunos
elementos de su comportamiento simplemente no son tolerables para mí, y
detallaría lo que me gustaría ver que ocurriera. Ahora bien, la otra persona
podría rechazar tus alegatos, pero al menos conocerán tu punto de vista, y tu
sabrás en que posición te encuentras y con base en ello decidir que hacer.
Dibujar una línea con límites, y si la persona la cruza, sabrás que está
abusando de tu confianza, para lo cual podrías tomar acciones correctivas
(pacíficas, desde luego).
3. Usa acondicionamiento comportamental en
la otra persona: Conocí un grupo de empleados que lograron
acondicionar el comportamiento de su Jefe para que los apoyara y llenara de
vigor, en vez de tratarlos mal y menospreciarlos. Ir y confrontar a su Jefe, no
les funcionó, por lo que tuvieron que aplicar estrategias de acondicionamiento
comportamental. Dejaron de sentirse mal con su comportamiento negativo y
groserías, y dejaron de darle importancia. Cuando fuera abusivo, bien fuera lo
ignoraban, o dirían cosas como: ¿Crees que puedes manipularme con ofensas
verbales? ¿Crees que significan algo para mí?. Constantemente hacían esto, para
hacerle entender inconscientemente que lo que hacía con ellos estaba mal. Por
otro lado, cuando los apoyaba, cuando decía cosas como: “buen trabajo”, “sigue
así”… etc, utilizaban exactamente el tipo opuesto de respuestas, tales como
contárselo a otros en frente suyo, agradecérselo sobre manera… etc. En poco
tiempo (algunas semanas) su Jefe cambió por completo, y empezó a convertirse
más en un apoyo profesional, que en un peso que cargar. Próximamente escribiré
algo acerca del acondicionamiento comportamental, pues existen algunas
estrategias -amables- para cambiar los aspectos negativos de las personas.
Hacer que los demás cambien no es realmente tan complicado como dicen o parece.
4. Obtén cierta ventaja sobre la persona, y
úsala para forzar la acción: Esto puede llegar a ser muy riesgoso,
pero a veces es la mejor opción. Podrías incluso hacer que despidan a la otra
persona del trabajo si realmente te afecta como compañero laboral. En compañías
de desarrollo de software es normal que los integrantes de un equipo de trabajo
se reúnan para solicitar la salida o el reemplazo de alguno de sus compañeros,
que los puede estar afectando negativamente. Puede llegar a ser algo extremo,
pero en todo caso la persona aprendería la lección.
5. Dejarlo ir:
Simplemente si todo ha fallado, deja que esta persona se lleve su “triunfo” y
aprende de los errores que pudiste haber cometido para que actuara contigo de
esa manera. En todo caso, si se aleja será mejor. Algo muy importante a tener
en cuenta también es: ¿Existen razones válidas por las que esta persona te esté
lastimando?
Por ejemplo, si una persona
tiene un jefe en su trabajo, y no lo soporta, puede reconsiderar si el tener un
trabajo es realmente tan importante. Si vives una vida completa como EMPLEADO,
tendrás muchos de esos jefes malos, serán la mayoría y tendrás que soportarlos.
¿Realmente quieres eso para
tu vida?
¿Quieres ser maltratado por
alguien que no valora tu trabajo y que gana más dinero que tu haciendo menos?
Reconsiderar tus
oportunidades podría ser la solución al problema de tener que soportar un Jefe.
Y en todo caso, ¿Quién te enseñó que tienes que soportar a tu jefe y ser
sumiso? La sociedad, sin duda alguna, y tu has hecho EXACTAMENTE LO QUE ELLOS
QUIEREN.
Se nos ha enseñado a tolerar
a los jefes, con base en el miedo de ser despedidos. ¿Tendremos que estar
siempre a sus pies? POR SUPUESTO QUE NO.
Así
no lo creas, es posible decidir vivir una vida sin empleo.
Es mucho mejor trabajar con
base en ideas que puedan alimentar el mundo con beneficios y valor, que
alimentar las cuentas bancarias de otros sin ser remunerados como debería ser.
Si esto de conseguir trabajo es tan mala idea, ¿por qué la gente sigue
haciéndolo? La verdad, aún no me lo explico.
Debe ser algún tipo de
masoquismo. o es que ¿no saben que es posible vivir sin un empleo? ¿Y cómo
viven los empresarios si no trabajan para otros? ¿Y cómo hacen los que tienen
negocios por Internet? ¿Y cómo hacen los que trabajan en multiniveles desde sus
casas? Ejemplos hay montones, podría quedarme escribiéndolos todo el día.
Lo importante es que decidas
hacer lo que realmente te gusta y te apasiona, sin miedo a perder dinero. Es
muy difícil competir con alguien que ama lo que hace, sino se cuenta con
pasión.
Ahora bien, al crear un
negocio, existirán diferentes tipos de personas con las cuales tendremos que
tratar, sin embargo será una experiencia mucho más satisfactoria.
Personalmente, nunca
trabajaré para nadie, y lograré hacer crecer mi libertad financiera hasta el
punto en que la abundancia sea una constante en mi vida, proveyendo valor a
otros en el camino, y ayudando al que más pueda a lograrlo también.
Esto sin duda alguna, es
mucho más interesante que levantarme a las 5:00 a.m. para ir a una oficina y
llegar en la noche cansado a dormir y a comer.
No tienes por qué seguirle
la corriente a todo el mundo, no tienes porque escuchar consejos financieros de
quienes no están bien económicamente. Precisamente lo que debes hacer es
adoptar Perspectivas Exitosas.
Puedes creer que tener que
soportar a tu jefe es un deber, o algo necesario. Pero No Lo Es.
En la mayoría de los casos
tienes la potestad de decidir lo que quieres hacer con tu vida, y decidirte a
lograrlo.
Sólo porque todo el mundo a
tu alrededor aguanta las críticas, negativismo, groserías y agresiones de
personas que apenas conocen, por verse “obligadas” a aceptarlo sin decir una
palabra, no significa que tu también.
Arriésgate!
Una mejor vida te
espera (te lo aseguro)
Dando continuidad a la
primera parte de Cómo Tratar Con Gente Difícil, trataremos hoy un poco, la
situación que se presenta cuando esas Personas Difíciles, son personas con las
cuales mantenemos una relación de alguna manera estrecha. Por ejemplo, nuestros
familiares, o nuestra pareja.
Es claro que con personas
con las cuales llevamos una relación íntima, por ejemplo, no podremos
simplemente decir hasta luego. No podemos darles la espalda, y en ocasiones,
tampoco podemos dejar de hablarles o alejarnos; en ocasiones, es imposible (muy
difícil).
Es por eso que esta segunda
parte, pretende dar una luz con respecto a una buena manera de lograr
comprensión y entendimiento en esas relaciones difíciles pero necesarias e indispensables
en nuestras vidas.
DEFINE
Y DA A CONOCER TUS LÍMITES
Define
los límites en tus relaciones.
Es importante que sepas
cuáles son tus límites en las relaciones. Es decir, lo que consideras aceptable
o inaceptable que las otras personas hagan, o dejen de hacer.
Si los demás cruzan esos
límites, y no se dan cuenta de ello, debes hacerte valer para restaurar el
balance.
En ocasiones, puede que
tengas familiares o personas cercanas que no respeten esos límites que tu
consideres importantes para tu vida y tus relaciones con dichas personas. No
tienes que vivir para suplir las necesidades de todo el mundo, y mucho menos para
hacer cosas que no te gustan, o soportar la actitud de los demás sin decir una
palabra.
Similarmente a como
mencionábamos en el artículo anterior, es bueno hacerle saber a las personas,
cuándo están vulnerando nuestros límites y nuestros espacios.
Lo primero que debes saber,
es que está bien satisfacer tus necesidades. Una relación que te haga sentir
vulnerado, no es saludable.
Corregir los problemas que
existen en una relación, es relativamente sencillo. Debes definir claramente
los límites con los cuales te encuentras perfectamente cómodo, hacerle saber a
la otra persona cuáles son esos límites y, trabajar en conjunto para
reforzarlos con confianza.
No es más complicado que
eso. Si tus límites son razonables y la otra persona es incapaz de aceptarlos,
o de vivir con ellos, entonces no hay mucho realmente que puedas hacer. En
situaciones como esa, sería tonto continuar con una relación que tiene características
destructivas.
Si llevas mucho tiempo en
una relación a la cual no le hayas puesto límites, de un momento a otro puede
ser un poco chocante el hecho de que los definas y los hagas saber, simplemente
porque es una ruptura a la rutina, posiblemente la otra persona reaccione de
manera negativa, ante cualquier sospecha de que intentas limitar su comportamiento
de alguna manera.
Sin embargo, siendo este el
caso, sencillamente deja que la persona reaccione como sea necesario, permanece
firme, y hazle saber que eso es realmente lo que piensas y sientes, y que de
esa manera la relación puede mejorar.
Refuerza
Tus Límites
Existen muchas maneras de
reforzar tus límites.
Una muy efectiva, es la
técnica de los 30 días. Esta técnica consiste en sugerirle a la persona, que
por 30 días, se probará si es posible adaptarse a dichos límites. En caso de
que no, entonces se aplica toda una semana de indiferencia. Semana en la cual,
el trato sería prácticamente nulo. Esto, como posible castigo ante la no
aceptación de los límites. Y en caso de que transcurran los 30 días, será
prácticamente natural, vivir con dichos límites.
Tratamos una vez más con el
concepto de los 30 días por el hecho de que es mucho más sencillo y
científicamente probado, que en 30 días nos adaptaremos a nuevos hábitos y
dejaremos los viejos sin importar qué.
Ahora bien, es importante
que le hagas saber a la persona en todo momento, que estás en esto de los 30
días, debes ser transparente, y una manera de que lo acepten, es decir, que no
te dejan otra opción. Que no te gustan los problemas y prefieres irte por el
camino del mejoramiento, para lo cual en 30 días planeas mejorar la relación.
Si la otra persona no puede
respetar esos 30 días, o tan sólo el hecho de que quieras reforzar tus límites
y mejorar tu relación, ¿qué clase de futuro piensas que tendrían juntos?
Significaría entonces que
estarías vulnerable a ser atacado tanto tiempo cómo dure tu relación, y esto no
podría ser algo bueno en el largo plazo para tu integridad y bienestar.
Esto puede sonar algo duro,
sin embargo debes tener en cuenta que antes de llegar a este punto, has
expresado tus necesidades a la otra persona claramente, pero estas han sido
pisoteadas.
Mereces tomarte el tiempo de
pensar si realmente te conviene seguir con una relación como esa. El período de
30 días te servirá para recapacitar si realmente quieres continuar, o si por el
contrario te es más beneficioso cortar el problema de raíz. Ojo, no todo el
tiempo es la mejor opción terminar la relación, en ocasiones lo mejor es
reajustar la situación para seguir viviendo la relación, pero de una manera más
provechosa para ambos.
Elimina
La Culpa
Si la otra persona intenta
usar la culpa como una herramienta de manipulación (lo cual es extremadamente
común), es posible sobrellevar la situación, y de hecho muy sencillo. Siempre y
cuando percibas que la otra persona intente manipular tus emociones haciéndote
sentir culpable, pregúntale conscientemente “No estás intentando hacerme sentir
culpable… ¿o si?”. La otra persona podría negarlo, pero luego podría intentarlo
de nuevo. Continúa interrumpiendo sus tácticas siendo consciente de que intenta
manipularte, y haciéndoselo saber.
Una buena manera es utilizar
frases que inviertan la situación, tales como: “¿En serio necesitas hacerme
sentir culpable para lograr lo que te propones?”, “¿Podemos discutir esto como
personas adultas?”, “¿Porqué consideras necesario utilizar la culpa como una
herramienta de manipulación?”.
No tienes que abrumar a la
otra persona con esto, pero si hacerle saber que conoces sus tácticas, que te
incomodan, y que todo sería mejor si se llegara a un acuerdo. Si
conscientemente eliminas la manipulación por medio de la culpa en la otra
persona, comprenderás que quizás esa persona lo hace debido a que se siente
débil y no tiene más opción, lo cual, siendo bien manejado, eventualmente
podría mejorar la situación para bien, pues la persona no tendría que
manipularte en ningún momento.
Para mí, es muchísimo mejor
basar una relación en la confianza y sinceridad, y dar el primer paso es la
mitad del camino.
Si
Todo Falla… Corre!
Si finalmente lo que haces
no funciona, no tiene sentido continuar con algo que lentamente te irá
destruyendo. Por más que el amor nos ciegue ante las situaciones, no es bueno
dejar que ese amor nos consuma y nos limite como personas.
Es importante que en todo
momento tengas claros tus objetivos y el futuro que deseas, para que puedas
definir si lo que haces en el presente, es realmente lo que quieres. De lo
contrario, ¿que esperas?
FRATERNALMENTE
DR. LUIS ROMERO YAHUACHI