LA
IMPORTANCIA DEL LENGUAJE ASERTIVO
Todos
los seres humanos somos comunicadores, en todo momento. Las personas no pueden no comunicarse. Incluso las personas que no dicen nada, (ni
verbalmente, ni con gestos, movimientos, o señales) están comunicando que no
quieren comunicación alguna.
Somos
comunicadores, mensajeros y transmitimos todo el tiempo querramos o no. En la etapa del bebé, este se comunica perfectamente. Cuando llora, algo le falta y lo pide
llorando y cuando duerme es que está a gusto.
No hay opción, somos mensajeros continuos y permanentes. La calidad de comunicación que tenemos es el
resultado de nuestras experiencias. Hoy
en día tenemos la oportunidad de mejorar esa comunicación para nuestro propio
beneficio.
¿Qué
clase de mensajeros somos? ¿Transmitimos mensajes alentadores, positivos, de
calidad o son nuestros mensajes derrotistas, negativos y deprimentes? Cada uno elige inconscientemente qué tipo de
comunicación / lenguaje transmite y al pasar del tiempo lo convertimos en
hábito y luego llega a ser una programación. Cuando se convierte en
programación es automática, ya se da la comunicación según nuestra forma de
ser.
En
la antigua Persia, el mensajero que traía buenas noticias se le ofrecía la
mejor comida, bebida y mujeres; en cambio si traía malas noticias se le
sacrificaba. Las personas asocian con el
transmisor la calidad del mensaje que transmite. Si una persona constantemente
da malas noticias, (usa lenguaje
negativo), la gente va a empezar a asociar su rostro, sus gestos, y su
lenguaje corporal con la negatividad y
es posible, que lo marginen.
Cuando alguien transmite buenas noticias, los demás quieren asociarse
con él y lo tratan en consecuencia. Buenos
mensajes emanan esperanza, calidez,
aprecio, respeto, consejo, energía, apoyo, fuerza, entusiasmo, dirección,
mientras que los mensajes negativos aportan negatividad, desilusión,
desesperanza, desastre, frustración, incapacidad, dificultad para encontrar
pareja y soltería permanente etc....
El
lenguaje es muy poderoso porque afecta directamente nuestros pensamientos que
están ligados a nuestras emociones. Si alguien me dice: “Todo lo haces mal” o
“siempre te equivocas”. Yo automáticamente construiré una imagen mía haciendo las
cosas mal y equivocándome y eso tendrá una repercusión en mis emociones. Estas
emociones negativas afectarán mi ánimo, mi autoestima y mis capacidades.
Como
seres humanos tenemos la posibilidad de elegir.
Podemos elegir qué pensamos y qué decimos. Con la ayuda de PNL es
posible ser más conscientes de lo que ocurre en nuestra mente y darnos cuenta del daño que nos causamos y
causamos a los demás. Con PNL es
relativamente fácil iniciar un aprendizaje más positivo y reentrenar nuestra
mente para así desencadenar emociones más alentadoras.
Fraternalmente
Luis
Romero Yahuachi