El
fraile brasileño romano Zago sigue dando que hablar en los distintos foros del
internet con una fórmula basada en la miel de abejas y el aloe vera (sábila),
pues estaría curando algunos tipos de cánceres.
“Yo
curo el cáncer, tú puedes curar el cáncer y cualquier persona que lo quiera lo
puede curar sin hacer milagros, simplemente aplicando los elementos que produce
la naturaleza. La naturaleza tiene remedios para curar las enfermedades. Basta
descubrirlos”, dijo Romano Zago.
Desde
hace seis años Fray Romano Zago está usando esta receta, gratuita, con óptimos
resultados. Dice haber curado a varias decenas de personas en belén y sus
alrededores, indicando también que no solo cura el cáncer, sino también lo
previene. Según manifiesta, cura el cáncer de la piel, del cerebro, del pulmón,
de la próstata, la leucemia y otros más.
¿QUIÉN ES EL PADRE ROMANO ZAGO?
Romano
Zago, de ascendencia italiana, nace el 11 de abril del 1932 en Brasil, en el
actual municipio de Progreso. Con sólo once años entra en el seminario Seráfico
“San Francisco” de Taquari donde termina sus estudios. Se hace novicio en el
1952. Estudia Filosofía en Daltro Filho y Teología en Divinípolis, en el Mato
Grosso. Se ordena como sacerdote en la Orden de los Frailes Menores y muy
pronto recibe el nombramiento como profesor en el seminario de Taquari donde
había iniciado sus estudios. En el 1971 consigue también el título de
licenciado en Letras y enseña Francés, Español, Portugués y Latín en diversos
centros pertenecientes a su Orden. En 1991 es enviado a Israel, donde continúa
su labor de enseñanza a los jóvenes.
Actualmente
vive y trabaja en Brasil, a donde regresó al término de su misión en Tierra
Santa.
UNA BEBIDA “EXTRAORDINARIA”
Es
en Israel donde el Padre Romano realiza su descubrimiento. El Aloe vera, o
Sábila, muy abundante en la región, es la “materia prima” en la que concentra
su atención en los momentos de ocio. “Ya conocía la planta – declarará después
el religioso – En Brasil, mi madre nos la daba siempre como lenitivo, cuando de
niños nos heríamos mientras jugábamos o para tantos otros pequeños percances
relacionados con daños físicos. Pero entonces no creía que una planta tan
menuda y difundida pudiese tener un poder curativo tan grande”.
Mezclando
el jugo que se obtiene al batir las hojas de la planta con simple miel de
abejas y aguardiente, se consigue un compuesto con unas propiedades curativas
extraordinarias. Sus primeros “pacientes”, a quienes el Padre Romano da algunas
dosis de la solución, son sus conciudadanos cristianos, hebreos, y musulmanes,
indistintamente.
La
investigación del Padre Romano Zago se publica en la conocida revista “Tierra
Santa” y en otras importantes publicaciones especializadas. Así comienza la
notoriedad para el monje franciscano y su elixir de larga vida. A su regreso a
Brasil en 1995, el Padre Romano Zago divulga ulteriormente su fórmula, y
empieza a dedicarse de forma continua a sus experimentaciones y al cuidado de
los enfermos más graves y desesperados. Convencido por las numerosas curaciones
asombrosas, recoge su experiencia en el libro “O cancer tem cura” (“Di cancro
si può guarire” – “Es posible sanar del cáncer”) edición italiana Adle
ediziones, Padua), en el cual el Padre Romano expone con sencillez y claridad
la práctica de la cura de la “enfermedad del siglo” a través de su bebida
extraída del Aloe. “Si algunos se han curado valiéndose de este método simple y
económico, ¿por qué no darles la misma oportunidad a más personas? Este es mi
único objetivo”, explica en su libro el Padre Romano Zago.
En
el volumen, entre otros capítulos dedicados a explicar la fuerza del preparado,
respondiendo también con precisión a algunas de las preguntas más comunes que
pueden surgir frente a las posibilidades revolucionarias del producto, destaca
el capítulo “Internacionalización de la fórmula”. En él se explica que la
bebida a base de Aloe ha recibido poco a poco gran acogida en muchos países,
adquiriendo dignidad de tratamiento completo contra graves enfermedades, y se
recogen numerosísimos testimonios de personas completamente curadas gracias a
la ingestión de este líquido.
En
1998, el Padre Romano Zago autorizó a una industria brasileña a producir en su
nombre el compuesto a base de Aloe. Y fue entonces cuando comenzó la historia
del “Aloe vera del Padre Romano Zago” , bebida elaborada conforme a la fórmula
original, y comercializada en muchos países.
En
él mismo año se creó la Fundación “Fray Romano Zago”, que además de ocuparse en
tareas humanitarias de ayuda a personas con dificultades y de solidaridad en
general, realiza una intensa actividad de difusión e investigación de las
ventajas y de las propiedades curativas de los productos naturales, entre lo
que el Aloe ocupa, obviamente, un lugar de primer plano.
CÓMO DESCUBRE LA FÓRMULA
“Honestamente
no pretendo ser considerado como el creador o el inventor del método, ni mucho
menos presentarme como el pionero, o sea, como el primero que ha aplicado esta
fórmula con éxito. Eso no se correspondería con la realidad. Otros, mucho antes
que yo, deberían atribuirse legítimamente ese derecho”. (“Di cancro si può
guarire” – “Es posible sanar del cáncer” ediciones Adle, Padua, pag. 5).
Con
estas palabras, el Padre Romano Zago quiere resaltar el hecho de haber sido el
principal difusor, aunque no el inventor de la fórmula. En realidad, él la ha
recogido de la sabiduría popular, de la gente de las chabolas con quien él
trabajaba y de las enseñanzas de otros padres franciscanos, como el padre Arno
Reckzigel, que fue Padre provincial durante su estancia en Rio Grande do Sul.
El
mérito del Padre Romano Zago, este humilde pero incansable fraile franciscano,
es el de haber perseguido, con gran determinación y constancia, la divulgación
de la solución a base de aloe, que él perfeccionó, primero a través de la
suministración directa a la infinidad de personas que acudían a él en busca de
obtener al menos una esperanza de curación en el momento difícil de la
“enfermedad del siglo”, para ellas mismas o para sus familiares; y
posteriormente con diversas publicaciones que han dado notoriedad a la fórmula
del Aloe vera del Padre Romano Zago incluso en Occidente, entre las cuales “O
cancer tem cura”, el libro editado en Italia por Ediciones Adle de Padua con el
título “Di cancro si può guarire” (“Es posible sanar del cáncer”) .
LA JUSTIFICACIÓN DE LOS INGREDIENTES
El
éxito especial de la fórmula se debe a sus tres ingredientes: principalmente,
el aloe, además de la miel y el aguardiente. ¿Por qué se han elegido la miel y
el aguardiente (o coñac, o brandy) para acompañar las propiedades del aloe? “La
explicación es simple” dirá el propio Padre Romano. Y efectivamente es así. La
miel, siempre que se trate de miel de abeja, natural y no (demasiado) tratada,
tiene la propiedad de transportar, de conducir, las sustancias curativas
contenidas en el jugo del aloe hasta los receptores más remotos de nuestro
organismo, consintiéndole ejercitar su acción benéfica.
Por
su parte, el aguardiente efectúa una acción de vasodilatación, es decir,
ensancha los vasos sanguíneos facilitando la depuración general del organismo.
La sangre puede así purificarse, eliminando las sustancias patógenas. Por lo
demás, el organismo humano no podría absorber íntegramente el líquido viscoso y
rico de propiedades, la aloína – que mana de la planta de aloe cuando se le
practica una incisión – sin disolverlo en un destilado.
PROPIEDADES DE LA MIEL
Acerca
de las propiedades de la miel de abeja para curar el cáncer, un equipo de la
universidad de zagreb de croacia, liderado por la doctora nada orsolic, en
pruebas hechas en ratones, encontró que la miel de abejas y una gama de
productos de las abejas detenían el crecimiento y la propagación de tumores
cancerosos.
Esta
investigación está orientada a encontrar los potenciales beneficios de la miel
de abejas, el propóleo (sustancia que bota la abeja para conservar en óptimas
condiciones la asepsia el panal), la jalea real (producida por la glándula
hipofaringeal de la cabeza de la abeja obrera y que se utiliza como alimento de
las jóvenes larvas), así como el veneno de las abejas.
Este
equipo de investigación concluyó que los productos de las abejas podrían ser
una herramienta útil en el control del crecimiento tumoral y la prevención de
la metástasis. Sobre el particular, otra estudiosa, la dra. Emma croager, en su
calidad de oficial de información e investigación sobre cáncer, señaló: “no hay
duda que la miel tiene propiedades beneficiosas para todos. Sin embargo, se
trata solo de un estudio preliminar”.
Cv
rao de la american health foundation en valhalla, new york, encontró que el
ácido cafeico de los propóleos son inhibidores del cáncer de colon en los
animales. Otros estudios muestran que productos de la colmena (de las abejas)
tienen la capacidad de prevenir y detener la propagación de enfermedades.
Los
doctores del christie hospital de manchester, en didsbury, están importando
miel de abejas de manuka, nueva zelanda, para tratar el cáncer de garganta
después de cirugía, en la esperanza de que la miel de abejas reduzca la
inflamación y prevenga la resistencia a los estafilococos aureus (dorados) a la
meticilina.
PROPIEDADES DEL ALOE VERA
Por
otro lado, también encontramos quienes hablan de las propiedades del aloe vera.
Efectivamente, hay quienes manifiestan que existe suficiente información
experimental que lleva a probar que el aloe vera debidamente preparado tiene
potentes propiedades curativas tanto para los seres humanos como para los
animales.
Las
propiedades curativas de esta planta han sido registradas durante miles de años
por muchas civilizaciones antiguas, como egipto, persia, grecia, india y
africa. Hay suficientes registros históricos que llevan a determinar que el
aloe vera (o sábila) se habría originado en africa, pero gracias a las
migraciones humanas fue llevado a otras partes.
Mcdaniel
(md), patólogo del dallas-fort worth medical center, considera que el uso del
aloe vera será el paso adelante más importante que dará la humanidad para el
tratamiento de las enfermedades. Señala que la ingestión de esta planta hace
que la gente se sienta mejor, pero científicamente esta sensación no es
suficiente, porque podría ser el resultado de la capacidad del aloe para
desintoxicar el cuerpo.
En
1985, jeffry bland, ph d del linus pauling institute, emitió el informe “efecto
del consumo oral del jugo del aloe vera en la función gastrointestinal normal
de los seres humanos”. El dr. Bland estudió durante semanas los efectos del
consumo del aloe vera en la orina, heces y la gravedad y motilidad intestinal,
indicando la baja en conversión bacteriana intestinal como posible mejora de la
digestión y absorción de proteínas, así como la reducción de la putrefacción
intestinal. Este cambio por sí solo podría prevenir el cáncer de colon.
Lo
particular de este estudio es que se utilizó la planta completa, es decir, las
hojas sin pelar.
La
investigación científica ha demostrado que la hoja exterior y la corteza (hay
que recordar que el sacerdote romano precisamente utiliza toda la planta)
contienen 200% de los ingredientes terapéuticos activos. Igualmente señalan que
no son recomendables los productos procesados porque el aloe vera podría perder
muchas de sus propiedades, al igual que estos productos contienen muy poco
porcentaje del aloe vera.
Se
ha determinado que una cadena de azúcares mucopolisacáridos se encuentran en
grandes cantidades en esta planta. En los últimos años se ha comenzado a
reconocer el importante papel que cumplen los mucopolisacáridos (mps) en la
salud humana y animal.
Carrington
laboratories inc, bajo la marca acemannan, los ha logrado aislar. Estos
azúcares funcionan mediante una interacción con el sistema inmunológico como un
potente acelerador de la actividad de los macrófagos. En animales este
polisacárido ha demostrado que aumenta la producción del factor alfa de la
necrosis tumoral y de la interleuquina-l en los macrófagos. En 1994 la usda ha
dado su autorización para la comercialización de este producto (acemannan) en
el tratamiento de la fibrosarcoma en caninos y felinos.
PREPARACIÓN Y SUMINISTRACIÓN.
INGREDIENTES:
Medio
kilo de miel de abeja pura (o un litro) (miel biológica de acacia)
40-50
ml (unas 3 cucharadas) de destilado (aguardiente, coñac, whisky, tequila, pisco, etc.).
350/400
gramos de hojas de Áloe vera (2 hojas de sábila grande o 3 medianas) (Áloe Arborescens)
¿CÓMO SE PREPARA?
La
respuesta nos la da el propio Padre Zago: “Se eliminan las espinas de los
bordes de las hojas y el polvo depositado en ellas, utilizando un trapo seco o
una esponja. Después se cortan a trozos las hojas (sin quitar la corteza) y se
meten en la batidora junto a la miel y al destilado elegido. Se bate bien y el
preparado está listo para su consumo. No hay que filtrarlo, ni cocerlo, sino
sólo conservarlo con cuidado en el frigorífico dentro de un envase oscuro, bien
cerrado”.
Las
dosis que aconseja el Padre prevén la ingestión de una cucharada sopera media
hora antes de cada una de las tres comidas principales. Se debe agitar bien el
producto antes del uso. Una vez terminado el primer frasco, se recomienda
someterse a una visita médica para comprobar el estado de la enfermedad. Según
sea el parecer del facultativo, después de una pausa de varios días, se puede
repetir el ciclo del tratamiento, hasta la eliminación del mal.
Debe
utilizarse una planta madura de aloe, es decir de al menos cuatro años, y es
importante que la miel sea también de óptima cualidad y sobre todo natural,
precisamente a causa de su carácter de “portadora” de las sustancias benéficas
contenidas en el aloe.
Por
lo que se refiere a las reacciones que la suministración del aloe puede causar,
el Padre Romano Zago advierte que no deben asustarnos. En efecto, suponen la
expulsión, la liberación completa de las sustancias impuras por parte de
nuestro organismo, y sobre todo, cuando se producen, tienen una duración
limitada, de uno a tres días como máximo.
Por
tanto, la persona que toma la bebida a base de aloe puede experimentar
erupciones cutáneas, o diarrea o en los casos más acentuados, conatos de
vómito: pero, según el Padre Romano, ello indica que se va por el buen camino,
y que los esfuerzos realizados comienzan a dar sus frutos. Todos pueden emplear
este preparado, aunque se desaconseja su uso a las embarazadas, por su
particular condición.
NOTA IMPORTANTE
La
cura del Fray Romano Zago podría tener sustento científico; sin embargo, con la
prudencia que debe tenerse en todos estos temas de índole médico debemos
siempre tener en cuenta que cualquier medicamento o tratamiento natural debe ir
acompañado del tratamiento médico
tradicional (Farmacológico) correspondiente, por ningún motivo debemos
reemplazar la medicina tradicional por los medicamentos caseros, en tanto no se
hayan hecho los estudios científicos que avalen tal reemplazo.
Mucho
agradecería a quienes prueban esta alternativa se sirvan hacernos llegar sus
comentarios, pues podría servir su experiencia en beneficio de muchos.
FRATERNALMENTE
LUIS ROMERO YAHUACHI
MÉDICO SALUBRISTA
CMP: 17656